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La noche de aquel sábado ha estado espléndida… no sólo la noche, sino la compania que compartía conmigo ese vino helado dulzón que tanto me gusta. Ese que me hicieron probar hace ya más de cuatro años en un hermoso restaurante con gente querida, pero eso es lo que menos viene al caso en este preciso momento, sólo lo comento porque se me cruzó por la mente.
A orillas de el vacío, el cual algunas veces he querido transitar en momentos de mi vida… Esas copas de vino brindaron por las mismísimas manos que las tendían, por quien más sino?
Esas horas transcurridas en quien sabe que espacio del tiempo, fueron momentos oportunos para hablar de todo, pero no con cualquiera, sino con “esa” persona. Aquella que sabe decir la palabra justa en el momento indicado, aquella que te da un empujoncito para que te largues a vivir ciertas experiencias que ocupan nuestras vidas, aquella que incondicionalmente está cuando menos lo imaginas y en la cual tengo plena confianza.
Vos "Amiga".. Te acordas?
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