Faltan un poco más de un mes para que se cumplan 33 años de aquel 16 de Junio en el cual una familia, un pueblo, un grupo de amigos fue destrozado....
33 años de ausencia, de recuerdos que no paran de venir a la mente de cada uno de aquellos que tuvieron la oportunidad de conocerlo, y saber realmente como era; no como aquellas mal paridos que interrumpieron en su hogar para llevárselo y nunca más darle la libertad. Aquella libertad, de la cual le fue despojada en tan solo unos minutos y nunca pudo recuperar.
Hoy recuerdo momentos como aquellos, en que compartí mi historia mientras cursaba 1º año de la secundaria, como cada 26 de Marzo, como cada canción que conmemora a aquellos 30.000 en los cuales está "Él".
Ojeo y Ojeo esa carpeta que armé aquella vez donde compartí con mis amigas mi historia, donde cargué de significado cada papel que en ella incorporaba. Cartas al Jefe del Ejercito, Ministerio del Interior, Gobierno de
No paran de correr las lágrimas en mis mejillas al intentar imaginármelo.
Y pienso en “Ella”, la cual día a día me asombra más… su valentía, perseverancia, fuerza y vitalidad que hacía que estuviera viva por sus seis hijos, aquellos que tenían entre 15 y 3 años. Por ellos, y por la búsqueda que nunca abandonó, porque pasaban los días, meses, años de dolor y aunque las respuestas siempre fueron negativas, nunca supo bajar los brazos, buscó y buscó hasta su último aliento.
Que hubiese pasado si hoy, 5 de Mayo, hubiese podido recordar a mi abuelo por recuerdos que tengo en la memoria y no por imágenes estancadas en fotografías que no se mueven, no se ríen, no comparten, no aconsejan, no escuchan, no miman, no lloran, no abrazan, no cuentan cuentos, ni te va a buscar al jardín.
Fotografías, en las cuales se retratan momentos en lo que “yo” no estuve.
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